SENCILLAMENTE SOY UN HOMBRE-ÁRBOL, AÑOSO
miércoles, 2 de abril de 2014
sábado, 1 de marzo de 2014
lunes, 10 de diciembre de 2012
SENCILLAMENTE SOY UN HOMBRE-ÁRBOL, AÑOSO
Con una infancia que viví muy felizmente por un lado y con un montón de problemas, muy duros por otro. Estos últimos los llevo conmigo, pero, con elaboración propia, creo haberlos minimizado. He tenido una madre-leona, que me acompaña; apasionada y luchadora sin par.
Una adolescencia marcada por vicios y vagancia. Con un quiebre a los 15 en que decidí construirme de una manera correcta.
Dejé de lado la religión. Creo en Dios, como una energía armonizadora.
Hice la primaria en la escuelita 96, J.M. ESTRADA, de Ramírez y Laurencena (a 200 metros de la casa en dónde nací). Terminé la secundaria en el histórico Colegio Nacional de Paraná. Tuve la suerte de tener de profesor en 4º y 5º año a Carlos Vieyra Méndez. Ese gran hombre me corrigió el amojonamiento del derrotero. Interpretó lo que pasaba y con mucha sabiduría me explicó cómo era la cosa.
Un gran orgullo: haber estudiado Ingeniería en mí querida UNLP. Con el nivel académico de los 60. Siempre me fue fácil estudiar. Hoy sigue siéndolo pero ahora me gusta de una manera distinta y selectiva.
Por concurso, a los 18 años fui el primer jefe de taquígrafos del HCD de Paraná.
Colimba de Aeronáutica y justo el día que me dan de baja, conozco a mi mujer. La llevo amando desde ese día; hace más de 50 años. En forma sinusoidal pero ningún vano se acerca al cero de la ordenada.
Con ella tres esplendidos hijos. Detecté al CEO, en la dinámica grupal casera, cuando eran muy chiquitos y fui tratando de repartir las cargas; mientras, mi mujer, full time, se dedicó a modelarlos como muy buenos seres. Si bien no tienen títulos universitarios, están hechos a sí mismo; es decir, los triunfadores de estos tiempos.
Se agregan un yerno y una nuera que son exactamente como nos hubieran gustado: buenos, dignos y cariñosos. Hasta hoy, tenemos 6 soñados nietos. No sé cómo describirlos; pensarán que exagero; seguramente se equivocan.
Esa es la familia que hicimos y de la cual estoy tan orgulloso.
Me caí y volví a levantarme varias veces. Mi mujer, bancando siempre. Arroz, privaciones y mucha fe. Salíamos o salíamos. Sin plan B.
En más de una me puse la lanza en el sobaco y arremetí sin asco. Choqué, reboté y embestí de nuevo.
Además no tengo apego a lo material. He sido feliz con hambre y frío y sufrí mal defendiendo bienes.
Me gustan todos los deportes. Especialmente el remo y las bochas.
Mis clubes: Alumni y Rowing.
Me encanta enseñar. Estudié y trabajo con un pizarrón a mis espaldas. Di clases en la secundaria y en la Universidad.
Me gusta mucho leer, el teatro, el cine, la música en general: popular, clásica, ópera y mucho el tango. Para nada el folclore. El vino tinto y el mate amargo, que no me falten.
Viajo todo lo que puedo. Conozco más de lo que pensé conocer.
Tengo pocos amigos-amigos. De los otros muchos.
Desde muy joven he dado muerte en vida a mucha gente. Me saqué piedras de la mochila.
Odio perder el tiempo escuchando boludeces. No puedo vivir con lastres. Me dejan algo en el conocimiento o en el alma o no existen.
He vivido muchas situaciones límite. Algunas conocidas y otras se van conmigo.
Solamente trabajé en relación de dependencia en la construcción del túnel subfluvial, siendo a los 28 años el Representante Técnico sustituto ante las provincias. Elegido entre los ingenieros argentinos por el consorcio Constructor.
En la actividad pública: línea aérea y energía a las que me entregué con todo, como debe ser. En 4 años aprendí mucho. Me apasionó: más lejos, más alto, mas rápido. En energía: 1400 empleados, 200000 clientes y 10 millones de dólares mensuales de facturación.
Salí empobrecido y lleno de deudas, pero aprendí desde adentro lo ineficiente que es el estado y todo lo que se puede hacer, sin morir en el intento y sin vivir parasitariamente.
He hecho todo tipo de obras (públicas y privadas) Las quiero a todas. Aún las que me complicaron. Las que hago con mis hijos son muy especiales. Pueden pasar por allí algún día y recordarme.
Pienso continuamente en hacer cosas. Muchos de esos proyectos quedan a un lado. Otros los desarrollo. Me encanta ponerles pasión. Estoy pensando uno y van apareciendo otros.
Cuido mi cuerpo. Me traslada bien. Siendo muy pobre, ya me gustaba trapearlo. Igualmente he tenido un golpe fuerte a mi salud. Le hice frente; pero creo que sin el apoyo del núcleo duro de mi familia las cosas hubieran podido ser distintas.
La muerte es una circunstancia ineludible. Nadie ha escapado a ella. Por qué lo haría yo? “me le entregaré mansamente, como me entregué al botón”
Considero que bebí de las mieles más dulces y transité los más hermosos jardines. De acá para adelante una generosa yapa.
Esto se me pone cada día más lindo.
La verdadera razón de mi vida es mi familia. Por ella luché y la sigo.
Cualquier parecido con la realidad puede no ser coincidencia. Los personajes ni alcanzan a ser ficticios, pero carecen de nombres. Se los iba a poner y enriquecer esto con fotos, videos, etc.; pero es mejor así.
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